PERSONALIDAD DE CAMPEÓN!!!

El equipo de la playa se consagró campeón de la Liga Uruguaya de Básquetbol en la temporada 2017-18 y levantó su quinta copa de su historia. En apenas 12 años obtuvimos un tercio de los campeonatos disputados desde el surgimiento de la Liga, jugando además 7 finales. Malvín es el equipo más ganador de la Liga Uruguaya lo que refleja nuestra personalidad de campeón.

El proceso de trabajo desde que asumió esta Comisión Directiva sin dudas que nos ha dado muchísimos frutos y alegrías antes impensadas. Como muchas veces señaló nuestro vicepresidente: “el hombre sabe, que el hombre puede”. Y vaya que hemos dado el paso adelante para marcar una época en el deporte uruguayo de la mano de un Pablo López que se mantiene como el entrenador más exitoso en nuestro básquetbol.

Ya habrá más tiempo de referirnos al proceso de trabajo, el mismo que en esta madrugada destacó Sergio Somma en plena euforia de los festejos. Pero ahora queremos centrarnos en el partido de anoche y en la serie final en general.

Fue una serie rara. Malvín se impuso en los dos primeros juegos y parecía que Aguada quedaba contra las cuerdas y muy mal parado. Sin embargo, empezó hallar primero respuestas en situaciones externas y creció desde lo anímico. Ese crecimiento le permitió llegar al tercer partido y aplastarnos, sacando una ventaja de 37 puntos. Fue un mazazo para todos nosotros que jamás esperábamos un trámite de esa naturaleza. En el  cuarto partido Aguada siguió alimentándose y rebelándose ante sus problemas internos y volvió a salir victorioso para igualar la serie, esta vez en un partido muy parejo y de bajo marcador. Pero en ese momento Malvín dio muestras de su personalidad de campeón y se impuso en el quinto encuentro en base a su solidez defensiva y sobrellevando situaciones adversas como las faltas acumuladas de Hatila y Harper. Quedábamos a una victoria de la copa, un solo pasa para alcanzar la quinta estrella. Sin embargo nuevamente Aguada aprovechó un fallo en contra (la suspensión de Diego García) y lo supo capitalizar desde lo anímico, donde nos superó ampliamente e igualó la serie en 6.

Todo se definía en el séptimo partido.

Anoche no había mañana dijo el león de Hatila en las horas previas al encuentro crucial. Pablo, desde su experticia, trazó un plan de juego que cambió la cara a la primera línea defensiva. Tomando en cuenta que Marcel estaba en algodones y que Aguada no contaría con la rotación de Diego García, decidió mandar a la cancha a Pitu en lugar de Marcel con el objetivo de presionar alto a Bavosi desde el inicio y no permitir que Álvarez recibiera cómodo el balón. Y sí que funcionó. La personalidad del campeón empezó a engranar desde el primer segundo.

La intensidad y el carácter que le puso Malvín al primer cuarto fue emocionante. El quinteto inicial entró sin guardarse nada, teniendo claro lo que estaba en juego. Se podía ganar o perder, pero esa era la actitud que todos esperábamos de jugadores que ya habían demostrado contra Hebraica Macabi que nadie se los iba a llevar por delante. El dato estadístico hasta el momento era que en las tres series disputadas frente a Hebraica Macabi, Defensor Sporting y Aguada, el que convertía el primer punto ganaba el partido. Imaginen mi estado cuando en el partido de anoche Aguada convierte primero! Pero la personalidad de campeón de este equipo también fue en contra de la estadística.

Ambas defensas eran muy intensas. Si bien rompimos su primera línea de ataque, evitando que nos lanzaran de tres puntos como en la contienda anterior, con defensa alternada a Álvarez entre Pitu y Nicolás, nos lastimaron poniendo la bola abajo. A los cuatro minutos perdíamos 6 a 2. Pero esta vez los triples llegaron de nuestro lado. Primero fue Marcos, que jugó más liberado al trasladar Pitu la bola, y de Harper. En la mitad del cuarto ganábamos 8 a 6. Recuperamos la bola y en la siguiente ofensiva, cuando se iba la posesión, llegó otro bombazo bestial de Harper para ampliar la diferencia 11 a 6. A puro triple nos fuimos arriba. Pero Aguada, que no hallaba soluciones en su perímetro, siguió volcando su juego abajo y Smith sumó. Con 4 puntos de su extranjero se ponen a tiro. Nicolás, que en este período fue bien defendido por Bavosi, se suelta de la marca y la manda guardar con un misil formidable. Faltando dos minutos ganábamos 14 a 10, habiendo convertido 12 puntos gracias al lanzamiento exterior. No tuvimos la misma eficacia en el cierre y en cambio Aguada convirtió su primer triple de la mano de Bavosi. Terminaron el cuarto ellos arriba 15 a 14. De todas formas, Malvín marcaba la cancha con su personalidad de campeón. Nadie se guardaba nada.

El inicio del segundo período se abre con un libre de Hatila para igualar el tanteador. Pero Feeley se encendió y Aguada siguió pesando en el juego interno. A los dos minutos nos ganaban 19 a 15. Teníamos problemas en ataque y para colmo llega el primer triple de Álvarez en el partido. Aguada obtiene una ventaja de 5 unidades en un trámite sumamente parejo y en un partido extremadamente reñido y donde los jugadores estaban con el cuchillo entre los dientes. Es un bombazo de Marcos el que nos rescata de ese mal momento, aunque Aguada vuelve a recuperar esa pequeña ventaja con puntos de Smith y tras un rebote de ataque de Álvarez. Pero el capitán, el Grado 5 Playero, dijo una vez más presente en el Palacio y con dos misiles rompió la ilusión aguatera de despegarse. Cerramos mejor el primer tiempo con el primer doble de Dom. Arriba nosotros 31 a 30.

En el tercer cuarto Aguada anota con un Feeley muy encendido y siendo su principal arma ofensiva. Terminó el partido con 26 puntos. Pero el capitán seguía en cancha y la pudrió con 4 puntos consecutivos en menos de un minuto. Además, Hatila empezó a tomar ritmo en ataque y fue clave en este tramo, con puntos vitales y de mucho oxígeno, siendo el león de siempre en las tablas. A los cinco minutos nos vamos arriba con libres de Hatila 42 a 37. Fugazmente daba la sensación que comenzábamos a dominar el trámite y a tener control de juego. Pero no, poco duró la alegría, con puntos de Álvarez y de un formidable Feeley, Aguada remonta el marcador y nos pasa 47 a 44, colocando un parcial de 10 a 2. Otra vez Hatila llega al rescate. Pero la clave estaba en la defensa. Ajustamos la marca y volvimos a elevar la intensidad atrás con un desgaste físico vibrante. Así Dom roba en la primera línea y convierte en ataque rápido para tomar nuevamente la delantera en el marcador. Faltando un minuto ganábamos 51 a 50. Nos igualan con un libre del Mono, pasamos con puntos de Harper y el tercer cuarto termina empardado en 53 de la mano de Álvarez.

Se venían los últimos diez minutos del campeonato. Aguada no contaba con Diego García en la rotación y nosotros con Marcel, que apenas pudo jugar tres minutos a raíz de que se rompió el tendón de Aquiles (ya venía sintiendo una molestia en la zona). El peso de toda la temporada hacía estallar la ansiedad y los nervios en ambas tribunas. Era el momento decisivo del campeonato. Entramos igualados y solo uno iba a levantar la copa. 10 minutos de pura adrenalina y donde el carácter era sustancial. Y otra vez apareció la personalidad de campeón, esa misma que habíamos mostrado cuando Hebraica Macabi nos sacó 18 puntos en el quinto juego y lo dimos vuelta. Esa personalidad de campeón que no se escondió en excusas y puso en la cancha todo el carácter y el talento de un equipo que entró para ganar. La primera jugada que indica Pablo es postear a Dominic con Álvarez. Y en esa misma jugada el extranjero, ese mismo que había sido intermitente en la serie, ese mismo que en los primeros juegos de las finales había tirado 19 triples y embocado apenas 2, ese mismo que por momentos estaba displicente y era un flan defensivo, ganó el duelo central de la noche. Mandó a guardar la bola en esa ofensiva y después se devoró a un Álvarez que en ninguna jugada del último cuarto lo pudo pasar. A los dos minutos nos vamos arriba 60 a 56 con tres libres de Dom. Aguada sufría en las faltas, ya que se venía cargando en sus principales figuras. De todas formas Barriola pudo convertir tras rebote de ataque con falta incluida y luego nos igualan con doble de Smith. A los cuatro minutos Harper nos pone en ventaja nuevamente y en ese instante aparece el Clase A, el Grado 5 Playero, ese hombre de más de 40 años y con cientos de batallas encima, ese profesional de lujo que tenemos en nuestro Club y en el cual siempre se puede confiar. A los cinco minutos mete una bomba criminal y nos alejamos 66 a 61. Pero Aguada seguía dando lucha. Con puntos de Smith y de Bavosi se ponen a tiro, sumado a que marramos libres. A los tres minutos Feeley iguala nuevamente el marcador. Esta vez en 66. La lectura de juego indicaba que había que seguir posteando a Dominic, pero Pitu, ese hombre de la cantera, aclaró la visión e hizo un surco en ataque culminando con una penetración a puro temperamento y clase. Pasamos por dos puntos. Era importante defender la siguiente bola y lo hicimos. Y otra vez, sí, de nuevo, como en un estallido deslumbrante de gloria, el destino siguió brillando en el capitán. Metió un zarpazo que hizo temblar de muerte al elenco aguatero. Nicolás llenó de aliento las gargantas playeras que explotaron como un volcán que diseminó un torrente de lava azul en todo el Palacio Peñarol. Faltando 2:18 nos vamos arriba 71 a 66. Pero hay que decirlo, porque también dignifica más nuestra victoria. Aguada no se rindió, dio pelea. Feeley se hizo fuerte en la pintura y convierte con libre adicional. Aguada seguía viva y encabritada. Pero también Malvín. Le comenten falta a Pitu y anota un libre. Restando 1:40 ganábamos 72 a 69. Y otra vez la defensa se hizo fuerte. Recuperamos la bola y llegó la falta a Dominic. Fue a la línea y no perdonó. Cada vez estábamos más cerca de la Quinta. Faltando 1:15 la ventaja era nuestra 74 a 69. Aguada no tenía en cancha ni a Barriola, ni a Álvarez (que salió lesionado tras una espectacular defensa de Dom) ni a Smith. La bola llegó a Feeley que nos arruinó la alegría con un cañonazo. Se ponen a 2 puntos. Llegó el turno de nuestro ataque y le cometen falta antideportiva a Hatila. Estaba el partido con los dos libres y el saque lateral. Sin embargo Hatila no pudo convertir y la incertidumbre creció en el Palacio. Sacamos de lateral y no aprovechamos la ofensiva. Rodríguez tomó el rebote defensivo y Aguada tenía una chance. Es Pereiras el que asume la responsabilidad faltando 15 segundos, y es Dominic el que mete una tapa soberbia para evitar el lanzamiento. La tapa de campeón. La tapa que nos hizo forzar las lágrimas viendo tan cerca la anhelada estrella. Le cometen falta a Dominic faltando 11 segundos. Va a la línea, anota el primero y marra el segundo. 3 puntos arriba. Bavosi traslada el balón y busca convertir. Marra y Hatila, ese gigante de toda la temporada, toma el rebote, le da la bola a Nicolás, le cometen falta y todos, todos, sabíamos que la Quinta estrella ya estaba en nuestro cielo azul.

Como dijo Pablo López: “ganamos a nuestra manera”, ganamos con carácter y temperamento, pero también con talento, intensidad defensiva y clase de nuestros jugadores que no se guardaron nada, ganamos con personalidad de campeón.

A disfrutar playeros! A disfrutar que la copa está en la vitrina!

 

Pentacampeones!!!

 

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